—El universo es sólo un reflejo de nuestra alma.
—No, es algo peor.
jueves, mayo 29, 2003
Las grietas, refugio de insectos y semillas, se asocia con la sordidez y la desgracia. ¿Será porque de sus azarosas ramificaciones e intersticios surge la vida?
No es que el alcohol nos haga ver a las mujeres más hermosas, sino que únicamente desata nuestra concupiscencia. Bajo los signos de nuestra volubilidad somos proclives a encallar en cualquier cintura.
Estamos tan acostumbrados a carecer de devoción que defectos como la volubilidad o la desidia, lejos de interpretarse como una enojosa falta de carácter, llegan a presentarse como un rasgo heróico. La exaltacíón del olvido fácil, tan propicia a la moda, ya no encierra hoy ninguna connotación patológica: la imbecilidad se ha normalizado.
Hábitos reiterados más que decisiones continuadas. Pero esta perseverancia no tiene ningún mérito --aunque cause tanto dolor y tanta vergüenza-- porque corresponde a los convulsos e inútiles aspavientos de quien ya se ahoga en un pantano; a los bufidos del que ha perdido la apuesta o la partida. No a los manotazos del canalla que agresivo se desase de sus perseguidores.
Misticismo ...y si ahora arrojo estas migajas, y si los pájaros vienen a comer a mis plantas y como agresivas ratas devoran mi comida insípida, ¡no es que me sienta San Francisco! ¡No es que haya un místico en el fondo de mi estolidez abrupta y depravada! Yo fui vencido. Me derrotó el vaivén de unas caderas. Me derrotaron los aromas del mundo.
Pase lo que pase, no se encontrará ni la felicidad ni la tranquilidad del espíritu, pero el destino que uno mismo ha propiciado es peor que cualquier imposición por adversa que sea; ser compelidos por las circunstancias nos da la sensación de que somos menos responsables del modo como después pueda configurarse nuestra intervención en el mundo. La castración deliberada es moralmente más dolorosa.
Cada vez creo menos en el peso de las circunstancias sobre los individuos, y cada vez más en el poder de nuestro carácter para propiciar las circunstancias adversas que luego nos subsumen.