jueves, noviembre 02, 2006

Hablamos de ellas. Tratamos de asirlas con descripciones y adjetivos. Referimos sus reacciones, sus debilidades, sus estados de ánimo. Pero cuanto más hablamos de ellas se tornan aún más lejanas, inasibles.

Hablamos de ellas con angustia y deseo. ¿Llanto? Entre hombres, entre amigos no hay secretos. Ahí estamos: desnudos y frágiles cuando hablamos de ellas.

Hablamos de ellas y no alcanzamos ni a rozar levemente esa piel, esa falta de delicadeza, no terminamos de percibir esos ojos tan grandes y asombrosos.

Hablamos de ellas, pero no como una forma de hablar de nosotros mismos, porque cada vez que hablamos de ellas nos vamos quedando más vacíos, más necios.

Hablamos de ellas, y decimos siempre las mismas cosas de la misma manera, y, sin embargo, es como si fuera la primera vez que pensamos, que nos atrevemos a mencionar ciertos detalles, ciertas palabras. Nunca hay hastío.

Todas son distintas, cada una con su forro de peculiaridades y neurosis. Y si me preguntan en qué se parecen, no sabría decirlo. Tal vez sólo tengan en común que han estado aquí, conmigo, abrazando esta carne un poco envejecida. Tal vez sólo tengan en común haber besado esta cara, mojado este cuerpo con su cuerpo. Y no es poco. Si en algo se parecen es en la trama de esta historia que propongo, siempre la misma. Como si únicamente en la repetición de los mismos actos, de las mismas palabras, de los mismos juramentos, encontrara la comunión, el sentido. Y cada vez, por increíble que parezca, la historia es tan distinta: nada, absolutamente nada es predecible. Sé del dolor de la partida, de la confesión de esa noche con el amor mal compartido, de los excesos y de las costumbres que se arraigan y luego se disuelven.

Hablamos de ellas. Creo que es lo único que hacemos.

Hablamos de ellas y nos reímos de nosotros mismos. Y, efectivamente, suena una risa amarga, estrepitosa, una carcajada oscura.

2 comentarios:

At 4:42 a.m., Anonymous Anónimo said...

Ah...ah...los tópicos que no han de abandornarnos nunca. Y aunque la fuente y el producto estén desentonados, no deja de ser por ello complaciente.

 
At 4:13 a.m., Anonymous Anónimo said...

¿Cuál es "la confesión de esa noche con el amor mal compartido"? ¿Cuál es el "amor mal compartido"? No puedo dormir pensando en las posibles respuestas. Por caridad, contéstame!!

 

Publicar un comentario

<< Home