martes, junio 29, 2004

Segunda visita al Guggenheim de Berlín

Nam June Paik:
Global Groove 2004
17:04:04-09:07:04
2€ la entrada si eres estudiante

Una habitación pintada de blanco. 64 pantallas de más de 24 pulgadas. 4 en la entrada. 12 detrás de ellas en forma de torre. El resto al fondo cubriendo todo el muro. ¿Las imágenes? Un bailarín setentón, una actriz guapa dándole a un cello de tvs con el arco, una japonesa en kimono pegándole a unos gongs hasta el cansancio. En las paredes laterales 6 u 8 velas proyectadas que se queman, se escurren. ¿El sonido? Desde el "Diablo con vestido azul" hasta John Cage dando una conferencia pasando por Brahams y Manchini. De pronto, el sesentón baila con su sombra, y aparece la puerta de Brandenburgo entre sonidos indígenas. Imágenes de programas televisivos de los años setenta. Un reiterativo anuncio de Pepsicola. Echamos de menos a Max Well Smart. Desfilan luchadores, rostros beatnics, niños a gatas, colores que recuerdan la vieja psicodelia.

No encontramos en este autohomenage ni el menor atisbo de crítica, más allá de un Bush que se diluye en forma de espiral. Ninguna otra propuesta que no sea la complacencia de ser un feliz televidente. Se trata de un groove globalizado y condescendiente, un pastiche de alta calidad.

No cabe duda de que lo mejor del Guggenheim de Berlín sigue siendo la tienda.

1 comentarios:

At 12:57 p.m., Anonymous Anónimo said...

?el arte de hoy tiene mucho m?rito! el problema es que no sabemos cu?

 

Publicar un comentario

<< Home