viernes, abril 18, 2003

La apuesta de Pascal
Al verdadero ateo de nada le valdría el súbito descubrimiento de la existencia de Dios porque la fe no consiste en especular sobre el lado en que caerá la moneda, sino en la convicción de que el universo tiene algún sentido. Ni todos los dioses ni todas las religiones pueden darle esa confianza a quien se ha persuadido de que ni siquiera la moneda está en el aire.