miércoles, abril 02, 2003

El onanista que advirtió en Descartes a su maestro.


Representarse a sí mismo como uno recuerda su rostro distraído en una fotografía de grupo.


Sólo tres cosas deben pedirse a una mujer: limpieza, voluptuosidad y sentido del humor.


Resignación.
Si hubiera estado sobrio la noche habría sido otra.